Amanece en el bar de Frederick. Frederick abre la puerta del bar, y entra dentro. Enciende una vela, que ilumina la estancia entera. Se sienta en una silla que había olvidado guardar el día anterior y, luchando contra el sueño, se come su desayuno.
Unos golpes en la puerta le alertan. ¿Quién sería, si el bar apenas estaba abierto? Frederick se acerca a la puerta, y la abre. Detrás de ella se encuentra Bonnie.
BONNIE: (quitándose el sombrero, la chaqueta y dejándolo todo en un perchero) ¡Qué buen día hace hoy, Frederick!
FREDERICK: ¿Qué te trae por aquí, viejo amigo? ¿Quizás quieres un desayuno temprano, antes de que los ruidosos lleguen?
BONNIE: Hoy no necesito nada, menos venir a ayudarte. Hoy tengo el día libre, y veo que tu negocio está creciendo. ¡No lo harás tú todo esta mañana!
FREDERICK: (riendo) ¡Ja! ¡Qué generoso, como siempre, Bonnie!
Comienzan a preparar todo para la apertura del local. En unos minutos, abren la puerta de Frederick's Bar. Muchos empiezan a llegar: los dos amigos, mientras, comienzan a llenar las mesas de comida.
BONNIE: Frederick, tengo un ayudante para ti...
FREDERICK: ¿Un ayudante? ¡No necesito un ayudante, gracias! Este negocio es demasiado difícil para alguien que realmente no me conoce. Estoy suponiendo que... tú no eres el ayudante, ¿cierto?
BONNIE: Cierto, no te molestaré más, sólo en mis días libres. Pero, en el trabajo he conocido a un joven, llamado Fred. Estará encantado de aceptar el trabajo de Frederick's Bar, si es que le permites eso.
FREDERICK: No, no cualquiera puede aguantar a todos los que vienen día tras día a este bar. Y no creo que aguanten las noches enteras que tengo pasado en este bar, intentando convencerme de que los misteriosos ruidos son producto de mi imaginación. ¡Es joven aún, déjale vivir su vida!
BONNIE: Muy bien, pero deberías reconsiderar todo eso. Es mucho trabajo para uno solo. Hay que saber cambiar, amigo. Y este cambio será para mejor.
Durante el resto del día, Bonnie y Frederick van sirviendo comida (montaje). La escena de montaje finaliza cuando el sol se empieza a poner.
FREDERICK: (dirigiéndose a los que siguen en el bar) ¡Oigan! Ya es la hora del cierre... ¡venga, que no tengo todo el día! ¡Váyanse a sus casas, y el bar estará abierto mañana a la mañana...!
Lentamente, comienzan a irse, recogiendo sus chaquetas del perchero. Sólo quedan Bonnie y Frederick. Ambos empiezan a recoger los platos.
FREDERICK: Veo que tienes muchas ganas de ayudar hoy, pero puedes irte ya, si lo deseas.
BONNIE: ¡No señor! ¿Qué más podría hacer hoy aparte de ayudar?
FREDERICK: No sé: dicen que hay una nueva película en el cine esta noche. Quizás te vendría bien ir a verla, para pasar el rato.
BONNIE: ¿Y tú? ¡No iré sin ti!
FREDERICK: Terminaré el trabajo de hoy. Luego, nos veremos en el cine, pero te prometo que voy a intentar llegar lo más pronto posible. Dejaré las tareas menos importantes para mañana.
BONNIE: Bien. (Se acerca al perchero. Recoge su chaqueta y se la pone. Coge su sombrero y se lo pone también. Abre la puerta.) Creo que tanto trabajo te terminará frustrando.
Tras decir esto, Bonnie se marcha. Frederick coge los platos y los deja todos en la cocina. Guarda las sillas, cierra las ventanas. Justo cuando se acerca a la puerta de salida, revisando su reloj, escucha una risa.
FREDERICK: ¿Oiga? ¡No me hace gracia!
Entonces, Frederick intenta abrir la puerta, pero está cerrada con llave. Se acerca a la mesilla donde siempre las guarda, pero no están ahí. Frederick se comienza a desesperar, mientras intenta abrir la puerta una y otra vez.
FREDERICK: (gritando) ¡Socorro! ¡Socorro!
Se acerca lentamente al sillón que tiene en la cocina. Se sienta, y se queda observando la puerta. Ya es de noche, así que saca una vela y la enciende.
FREDERICK: Parece que tendré que explicarle todo esto mañana a Bonnie. Siempre hay tiempo para volver a buscar las llaves, de todos modos.
FANTASMA 1: ¿Qué llaves? ¡No las encontrarás!
FREDERICK: (levantándose rápidamente del sillón) ¡Oiga! ¡Usted! Deme las llaves... ¡y ya se puede ir olvidando de volver a este lugar!
FANTASMA 2: ¡Ja! Se cree que somos seres materiales, como él. ¡Ingenuo!
FREDERICK: (apuntando hacia varios lugares con la vela) ¡Si hacen el favor de tratarme con un poco de respeto...!
FANTASMA 1: Uy... lo siento, Frederick, pero me temo que hoy no podrás ver esa película. ¿Qué más importará, si ahora vas a pasar cinco noches con nosotros! ¿A que es divertido?
FREDERICK: Oiga, esto no me hace ninguna gracia. Deme mis llaves y los tres nos marcharemos a casa. ¿Acaso quieren desperdiciar el tiempo con tales tonterías!
Fantasma Foxy aparece delante de la cara de Frederick como un jumpscare. Frederick se desmaya y cae en el sillón, mientras que Fantasma Foxy lentamente desaparece. Dos figuras, Fantasma 1 y Fantasma 2, miran a Frederick desde la entrada de la cocina. Ambos tienen forma de marioneta.
FANTASMA 1: Un ser débil, como te he dicho. Quizás le deberíamos regalar la supervivencia tan sólo esta noche. Puede que sea lo mejor, así no sabrá como evitarnos y morirá la noche siguiente...
FANTASMA 2: (se aclara la garganta) No es tan mala idea, mientras que Fantasma Foxy no decida que tiene que matarlo ahora mismo.
FANTASMA 1: Cierto. Que Fantasma Foxy haga lo que quiera. Nosotros no haremos nada.
Ambos fantasmas se alejan. Hay una transición de la noche al día, mientras que Frederick sigue allí, dormido. En la ventana de la cocina, se ve a Bonnie, dando golpes para despertarle. Frederick por fin se despierta, sobresaltado, y se dirige a la ventana. Al ver de quién se trata, la abre.
FREDERICK: ¡Bonnie! ¡Sácame de aquí, por favor!
BONNIE: (claramente enfadado) ¡Dijiste que llegarías pronto! ¡Y me mentiste! Entiendo que estés en ese momento en el que tu negocio se convierte en una gran parte de tu vida... ¡pero tú y yo somos unos viejos amigos, y aún encima me mentiste!
FREDERICK: ¡Sácame de aquí! Esto es una pesadilla... he visto a Foxy aparecer delante de mí, no sé que ocurre. ¡No tengo llaves, estoy encerrado!
BONNIE: ¿Foxy? ¡Pero si lleva muerto ya años! ¡Y tú mismo lo sabes! ¿Cómo es posible que se te pueda haber aparecido esta noche? A no ser, por supuesto, que creas en los fantasmas...
FREDERICK: Cállate, por favor, y sácame de aquí. No quiero volver hasta que entienda lo que haya pasado allí dentro.
Bonnie se aleja de la ventana, y Frederick le mira mientras se aleja. Entonces, escucha un ruido de su amigo intentando abrir la puerta, dándose cuenta de que está cerrada.
BONNIE: ¡Está cerrada! ¡Pero bueno, qué ha ocurrido! ¿Y las llaves? Las seguirás teniendo, porque si no, estás encerrado...
FREDERICK: Unas voces se las han llevado. Todo parecía ser obra de mi imaginación, o algunos que se habían escondido para evitar que los echase. Pero luego apareció Foxy...
De repente, Bonnie atraviesa la puerta mágicamente. Frederick mira la escena sorprendido, sin poder entender por qué aquel lugar se estaba convirtiendo en algo completamente fuera de lo normal.
BONNIE: ¡Aaaah! ¿Qué ha ocurrido aquí? Esto no es normal, Frederick... tenemos que salir de aquí ahora mismo, antes de que ocurra algo extraño. Puede que lo que hayas visto la noche anterior... sea el fantasma de Foxy. (Bonnie trata de abrir la puerta, pero le es completamente imposible. Entonces, se rinde. Frederick le mira con una cara triste. Él también entiende lo que está ocurriendo. Aquel lugar está embrujado, y Bonnie y él están atrapados dentro.)
FREDERICK: Aquellas voces dijeron algo de que tendría que pasar cinco noches, aquí mismo, sin poder salir. ¿Será verdad?
BONNIE: Si eso es cierto... y temo que sí lo sea... tenemos que aguantar cuatro noches más. Por suerte, los fantasmas sólo aparecerán de noche, según lo que veo...
Unos golpes furiosos en la puerta. Un murmullo de gente fuera del bar. Frederick suspira y se acerca a la puerta.
FREDERICK: (cansado) Hoy estamos cerrados... (La gente se va alejando de la puerta. Frederick le habla a Bonnie.) Tengo miedo, amigo. ¿Es esto peligroso? ¿Pueden hacernos daño?
BONNIE: Me gustaría pensar que no...
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