Pillagers: mobs agresivos que se pueden encontrar normalmente cerca de aldeas en torres, puestos de vigilancia (son sinónimos). Arma principal: ballesta (la simple razón por la que si no tienes escudo o algo te costará más vencerles. Su presa favorita: los aldeanos.
Yo normalmente veo una torre de vigilancia como una mina de oro pero de lana, adoquín y otros bloques, o simplemente como una base adicional: están tan bien hechas que, cuando esté vacía, la usaré como base, de hecho. Así que estaba saqueando mi mundo nuevo de Minecraft (saqueando los bloques de los Pillagers, por supuesto), y llamé la atención de uno de los Pillagers: mi segundo gran error en el mundo nuevo de Minecraft.
Mi primer instinto fue salir corriendo hacia la aldea, lo cual ahora me di cuenta de que era bastante estúpido, pero no quería perder mi inventario cerca de la propiedad de los Pillagers, pero como el Pillager me perseguía a todas partes, me escondí en mi casa (técnicamente no era mía, era de cualquier aldeano). Y entonces lo recordé.
Su presa favorita: los aldeanos.
Eché a correr: demasiado tarde. La mayoría de los aldeanos habían muerto. Vi como el Pillager atacaba al último aldeano, sin que tuviese tiempo de hacer nada, sin ninguna arma a distancia, tan sólo mis manos para acabar con el malhechor...
Con la furia de todos los aldeanos, le ataqué. Pero sin escudo no podía librarme de su poderosa ballesta (dato del día: el arco puede hacer más daño que la ballesta. A lo mejor hago una entrada), así que aquella batalla era imposible.
Obviamente, tenía más vida que yo y los ataques de mi mano, mis esfuerzos eran casi inútiles. En diez segundos, ya había perdido contra el Pillager. Entonces, aparecí en la casa del aldeano: el punto de respawn, lo había establecido la noche anterior. Volví al campo de batalla (la plaza de la aldea, pero lo estoy haciendo dramático), recogí mis items y... perdí.
Tras unas repeticiones de este proceso, conseguí vencer al Pillager (sólo me entregó experiencia, pero eso me sirve). Recogí mis items, y me dirigí, sin ninguna duda, a la campana. El ruido de la campana resonó por toda la aldea. Esperaba que al menos un aldeano me respondiese, pero no: nadie vino. Revisé la aldea, una aldea fantasma. Me giré, y entonces le vi: el golem.
No había hecho nada para ayudarme, y había salido ileso, y la gente que estaba a su cuidado, no.
Comentadme si os ha pasado algo así. Ahora que estoy solo en mi aldea, me gustaría haber hecho unos tratos con los aldeanos, pero a no ser que ocurra un respawn de aldeanos en mi aldea, lo cual digo que es, teóricamente, imposible, entonces creo que no estaré al nivel al que me gustaría haber estado. Quizás, tan sólo quizás, algún día dejaré la aldea, y iré a vivir otras aventuras...
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